Esta fue la explicación que este “amable” noble rumano dio
cuando le preguntaron por su predilección por castigar a traidores, ladrones,
adúlteros, etc. con un simpático método de tortura que le dio su
sobrenombre.
El método (muy agradable) consistía en introducir un palo de aproximadamente 3,50 m de longitud, por el recto y después levantarlo para que la víctima muriese lentamente.
El método (muy agradable) consistía en introducir un palo de aproximadamente 3,50 m de longitud, por el recto y después levantarlo para que la víctima muriese lentamente.
No hacía distinción de rango, posición social o religión,
salvo que cuanto más alto era el rango, más alto era el palo. Vamos que creía en el principio de la igualdad… Todo un revolucionario.
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