miércoles, 11 de julio de 2012

“¡Zas! ¡En toda la boca!” Galileo Galilei



En 1633 galileo es condenado a prisión perpetua, y se le conmina a abjurar de sus ideas heliocentristas. Tras la abjuración, el Papa conmuta la prisión por arresto domiciliario de por vida.
En 1741, el papa Benedicto XIV no tuvo más remedio que autorizar las obras sobre el heliocentrismo ante la prueba óptica de la órbita de la Tierra.

Es en este  momento cuando henchido de orgullo y tras darse una buena hostia con la tapa, cuentan que se escuchó desde la tumba de Galileo esta profunda reflexión (la profundidad se debe más quenada porque fue hecha a 2 metros bajo tierra)… 

Aunque hay quien afirma que lo que realmente dijo dijo fue: “¡Bazinga!”


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