George Armstrong
Custer fue un oficial de
caballería del Ejército de los Estados Unidos que participó en la Guerra de
Secesión y en las Guerras Indias. Fue un militar orgulloso y un mal matemático,
considerado por sus detractores como un buscaglorias. Sin embargo, los soldados
a sus órdenes lo consideraban un gran líder, casi un héroe.
El 25 de junio de 1876 murió junto a 210 de sus hombres del
famoso 7º de Caballería en la batalla de Little Big Horn, que lo enfrentó a las
tribus comandadas por el jefe indio sioux Caballo Loco (no, no tenía
encefalopatía espongiforme como las vacas, era un nombre que le debieron poner
por ser una persona tranquila, calmada, meditativa y sensata).
Los exploradores de Custer identificaron lo que les pareció
un gran campamento de gente haciendo el indio cerca del curso del río Little
Big Horn. Además de sus 210 hombres Custer contaba con otros 401 soldados más
que no dudó en lanzar contra los 3000 individuos (calculó, así a cholón, que
611 eran más que 3000) que había en el campamento pensando que eran una panda
de rojos, masones y titiriteros o gente del 15M y que resultaron ser una
coalición de auténticos indios sioux y cheyennes.
Los indios utilizaron una maniobra llamada tenaza (y que es
algo militar que no tiene nada que ver con el sexo) dividiendo a las tropas de
Custer de forma que pudieron recuperar armamento y munición de los soldados
caídos, así el fuego indio crecía de forma proporcional al ritmo con que
decrecía la capacidad de fuego de Custer (para que os lo penséis dos veces si
alguna vez os metéis con un indio, son más listos de lo que parece y no sólo
fuman pipas y entierran hachas y encima te matan con tus propias armas).
Custer y los escasos supervivientes dispararon a sus
monturas para utilizarlas como trinchera (probes caballitos, porque lógicamente
no montaban vacas y como esto no es el WOW tampoco montaban lobos). Los indios
lanzaron una última carga sobre el promontorio en el que se encontraba esa
trinchera tan sanguinolenta, eliminando
hasta el último soldado (y con esto queda demostrado de que 3000 tíos son más y
pegan más que 611, Custer suspendió el examen de mates ¡y de qué manera!).